398 APUNTES alguna confianza en sí mismo; por una timidez que tiene miedo a toda dificultad de nuevo género; por una necia facilidad para contentarse con todo lo que existe.
Quiérase comenzar por considerar con la atención que se merecen los progresos incomparables de los Estados Unidos, de ese pueblo compuesto de hombres los unos hijos de sus obras, los otros descendientes casi inmediatamente de seres que fueron hijos de sus obras. váyase acto seguido al viejo continente, considérese con cuánta lentitud marcha todo en él, y con cuánta mayor lentitud aún marcharia sin la iniciativa de los ingleses.
Váyase a Holanda, y se verá que los holandeses, en otro tiempo buenos mecánicos, tan experimentados en hidráulica, dejan que en Amsterdam el agua escasee hasta el punto de ser necesario actualmente que una compañía inglesa emprenda los trabajos precisos para procurar a la población el agua necesaria.
Váyase a Berlín; allí se oirá decir que la ciudad no tiene agua, mientras Londres está de ella provisto desde hace varias generaciones, y que en este momento una compañía inglesa se dispone a procurársela, con capitales ingleses y directores ingleses.
Váyase a París; se observará allí el mismo mal, y se verá discutir el mismo remedio.