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376 APUNTES la suela de los zapatos empuñó la pluma acu.
sadora para narrar la Historia de un Crimen. y dibujar con encarnizada saña la silueta borrosa de Napoleón el Pequeño. Al pasar y como de soslayo hemos indicado esa trinidad de decep.
ciones que sufrió Renan: Catolicismo, Ciencia, Democracia. Aún había de experimentar otra, y de las más dolorosas. Nos referimos a su fe y amor por Alemania.
Cuando Renan abandona el Seminario de San Sulpicio encuentra en los consejos de su hermana y en la amistad de Berthelot dulce consuelo a sus pesares. En medio de la crisis religiosa que derrumbara el edificio de sus pri.
meras creencias, tiene horas llenas de esperanza. Dios a fin de sostenerme cuenta Renan me había reservado para entonces un acontecimiento intelectual. Qué acontecimiento es este, que sostuvo sus vacilantes fuerzas en aquel doloroso trance de su vida? Oigamos sus palabras: He estudiado a Alemania, y creí entrar en un templo.
Todo lo que allí he encontrado es puro, elevado, moral, bello y conmovedor. Es un tesoro. Cómo son dulces y fuertes los alemanes! Yo creo que el Cristo nos vendrá de allí. Qué pensar de esto en nuestros días? La ironía es feroz.
En vano había advertido Enrique Heine de los peligros que entrañaba para Francia esa creencia en una Alemania idílica como pueblo únicamente de poetas, músicos y filósofos. Renan prosigue: