APUNTES 353 suficiente para el viaje de regreso y de que por tanto yo no pensaba establecerme en Palestina, se estampó en mi pasaporte el visto bueno de costumbre: Good for twelve calendar months from date hereof.
Son, pues, todos estos impedimentos arbitrarios los signos característicos del momento. el viajero se queda como turulato, estupefacto. Aún él tiene, es verdad, en su fuero interno, la facultad de pensar libremente. Pero no más. Todo lo restante ya le está vedado. En la única libertad que le queda, así, sólo le es dable razonar. razona en consecuencia. El país, los países a donde quiere ir, son todos partes de la tierra; y él mismo, el viajero, es sin duda alguna una parte de la humanidad. Por qué, pues, y para qué, tantas trabas inútiles cuantas se le ponen?
Por recelos y concupiscencias de los dictadores, para el sostenimiento de ellos en el poder. vuelvo entonces tristemente al estribillo que me atormenta y que a los nuevos esclavos hace solamente reír: ya no son libres los hombres ni la tierra. La vida que se está viviendo en la sociedad moderna, la vida de la técnica de los llamados políticos, se opone tenaz y rotundamente a todo cuanto sea libertad. Nuevos mandatarios, nuevos tiranos, nuevos déspotas están surgiendo, pululando, y con su surgimiento y propagación están denigrando la dignidad humana de ser hombre libre al ya anticuado ciudadano