Soviet

APUNTES 337 duda alguna, la inmensa mayoría de los hom.
bres, por la rutina del diario contacto con dicho aparato, jamás se da bien cuenta; un estado de cosas que, si se hace advertir, como justamente he tratado de hacerlo yo mismo, parecerá indi.
ferente a dicha mayoría, porque en verdad nada le importa que sea así o de otra manera; pero un estado de cosas que, ya para mí, se me presenta como un mal que no tiene remedio, por la misma insensate de los hombres; lo que me hace recelar si en verdad valía la pena abandonar el retiro y aislamiento en que me hallaba, mi idealismo y mi solipsismo. Apenas comienzo a andar por la inmediata realidad social y política que ahora voy como redescubriendo, cuando ya me voy percatando del despropósito en que consiste su estructura.
Así, el hombre que una vez fue llamado «ciudadano. como tal va desapareciendo ya, precisamente porque ser ciudadano corresponde a un concepto racional. Ahora lo que yo voy viendo por todas partes, fuéra de esta Francia donde aún subsiste el citoyen, son solamente súbditos, vasallos, miembros incondicionales de los partidos, de los sindicatos, de los fascios, de los soviets. Y, cosa singular, veo que así se van creando nuevas clases que se enemistan aun más inhumanamente que las anteriores, por obra del factor bruto de la economía. Porque ya en ciertos países no existen ni burgueses, ni