APUNTES 335 teniendo siempre, en el fondo de lo que voy a experimentar, la persuación de que mi individualidad, personalidad, carácter, no desaparecerá por nada mientras viva mi organismo; y de que así podré continuar en el esfuerzo de abandonarme al flujo de las impresiones sensibles, esa superficie de la existencia, para dejar que ésta venga hasta mí, sin temor alguno de que, al entrar de lleno en la realidad que inmediatamente me circunda, pierda lo que íntimamente he sido, soy y seré siempre yo mismo. hé aquí que así ya hoy, antes de salir completamente del ensimismamiento en que me había aislado, antes de abandonarme al contacto directo con la naturaleza y con la historia por donde espero saturarme de la existencia fuéra de mí, ya he tenido que afrontar otra realidad que la meramente física o histórica, la más pesada y fastidiosa de todas las realidades, la que precisamente media entre la naturaleza la historia: aquella que, aun por otros medios, me hace ver desde el principio cuán poco ella depende de mí, cuán mucho yo dependo de ella, sin quererlo ni saberlo, la parte de la realidad social y política que se compone por la burocracia de los funcionarios públicos, ese aparato tan artificial y desproporcionado por encima del cual yo, en mi solipsismo, creía estar colocado. efectivamente hé aquí que ya hoy yo, pre.
sunto viajero, en los preparativos materiales de