324 APUNTES dominar a las almas. quo humanae vires non penetrant» a las que no llegan las fuerzas humanas.
Concordia en medio de la discordia, predicó Vives. El mundo no le oyó. Vivió en un tiempo de discordia, discordia sañuda en las ideas, dis.
cordia sangrienta en los campos de batalla. id El apóstol de la pacificación humana hubo de inclinar su noble frente, hace ahora cuatrocientos años, allá, en su retiro de Brujas, con estoicismo de filósofo, con resignación de cristiano. Sine querela. Esperando en el reino de la eterna paz.
Cuatro siglos han pasado. Mañana, día 6, se cumple el cuarto centenario. El ideal de Luis Vives no prevaleció en su tiempo. Tampoco triunfa en el nuestro. Cuatrocientos años han corrido en vano.
Significativo es ya que la conmemoración de este centenario del más grande de los filósofos españoles, pedagogo insigne, precursor de la moderna psicología, esté pasando casi inadvertido.
La tea de la discordia sigue incendiando la tierra.
En la Valencia de sus amores, en la España de sus nostalgias, no se ha secado aún la sangre, ni se ha establecido la concordia. En su Flandes querida el pueblo vela las armas como en las vísperas angustiosas de una guerra. En guerra está aquella ciudad de Londres donde Luis Vives en el jardín de Moro, junto al Támesis, oía cantar los