312 APUNTES maniobras o perfeccionamientos que han sido excepcionalmente fecundos. Hé ahí cómo aprenden la historia de las ciencias las multitudes de estudiantes de todas partes que se han confiado y sometido a la cultura alemana!
Como otra prueba de la injusticia de los alema.
nes hacia los iniciadores, o de la incapacidad para comprenderlos, o del despecho con que pagan la correspondiente deuda, podría citarse el modo seguido para hacer la anexión de la rama de ciencia general llamada Energética. Picard y Achalme han dicho lo necesario a este respecto. La ciencia alemana nos habla bien de ROBERTO MAYER, el médico de Heilbronn que ha formulado en 1842 el principio de la conservación de la energía, y de CLAUSIUS, que ha generalizado y formulado matemáticamente el principio de la degradación de la energía, pero dicha ciencia desconoce aquí también a los verdaderos iniciadores, que deben pasar antes que Clausius: los franceses Sadi CARNOT (1824) y CLAPEYRON (1834) y el inglés WILLIAM THOMPSON (Lord Kelvin. El proceso histórico de la Energética tiene que ser revisado: sobre este punto son sospechosos los clásicos alemanes Nernst y Mach.
La misma historia se repite en todos los dominios de la ciencia. En el último medio siglo los alemanes han desarrollado la química orgánica más que todos los otros pueblos del globo juntos; pero quiénes la han fundado? Cuatro franceses (J. DUMAS, LAURENT, GERHARDT, y, más tarde, WÜRTZ. un inglés (WILLIAMSON) y sólo un alemán (HOFFMANN. Ahora bien, Laurent, Gerhardt y Würtz no son citados en la Química General de Nernst. Dumas es citado una sola vez.
La historia de la Mecánica Química no es menos curiosa. Es esta la ciencia alemana por excelencia, la