APUNTES 311 Lavoisier. En la obra clásica de NERNST, Tratado de Química general, el nombre de Lavoisier es citado una única vez, y entre paréntesis, a propósito de la ley de permanencia de la masa en los cambios físicos y en las transformaciones químicas de una sustancia, mientras que, en la misma obra, Achalme ha contado 13 veces el nombre de Kohlrausch, 17 veces el de Tammann, 18 veces el de CLAUSIUS, 28 el de Ostwald y 41 veces el de Nernst mismo. En el libro de Ostwald sobre la Evolución de una Ciencia, Lavoisier es acusado de haber querido robar al inglés PRIESTLEY el descubrimiento del oxígeno, y se menosprecia la teoría de la combustión verdadero título de gloria de Lavoisier haciendo notar que esta teoría es simplemente el reverso de la teoría del flogístico de STAHL, en la que iba ya la idea de un fenómeno reversible. Simplemente lo contrario, esto es, nada o poca cosa. No es esta manera de razonar una curiosa aplicación de la metafísica de HEGEL, que ha descarrilado tantos cerebros con su principio de la identidad de los contrarios. En todo orden de cosas, las contradicciones son idénticas, porque la tesis y la antitesis suman uno en la sintesis que es la verdad. Tomemos otro ejemplo. El de PASTEUR, el gran iniciador de la Microbiología. Abramos un tratado alemán de Bacteriología, el de FLUGGE (1877) o el repertorio de KUSTER. El nombre de Pasteur ocupa un lugar insignificante o nulo: poco importa el creador.
Todos los honores van, en cambio, para Roberto KOCH, sabio de gran mérito, pero de segunda fila, que ha perfeccionado (15 años después de Pasteur)
el método de los aislamientos de microbios, sustituyendo el cultivo en caldos por el cultivo en placas y aplicando a las preparaciones los métodos de coloración y descoloración usados por los histologistas,