302 APUNTES Alemania sigue una fórmula obedece a un mandato, inclusive la Alemania sabia. en ello está el escándalo. Ya no podremos volver a tener confianza en sus pensadores. Su pensamiento no es enteramente libre, sincero, ingenuo, espontáneo; no es pensamiento ante todo de artista o de sabio que ama la Verdad o la Belleza o el Bien Moral por sí mismos y en sí mismos. Nó, su pensamiento mira ante todo el provecho, la utilidad, la supremacía de Alemania, su dominio en el mundo, y ante estas cosas es capaz de cualquier sacrificio, así sea el de la Verdad, el de la Belleza o el del Bien Moral mismo.
Sin duda, todos los sabios de Alemania no son pangermanistas furiosos. Existen espíritus más libres que escapan del acuartelamiento universal. Pero escapan ocultándose, callándose. por lo mismo, no cuentan, o paEl dominio de la ciencia no es una arena lenque político donde se desgarren los partidos. Es una región serena de la cual son excluidas las pasiones extrañas a la investigación desinteresada de la verdad.
Ciertamente, el hombre de ciencia es un hombre también, un hombre de corazón, que debe amar las causas bellas y justas, y, entre ellas, la causa de su patria.
Pero él no confunde las cosas que deben permanecer distintas. Tal es el estado mental de nuestros sabios, y bien lo ha expresado Pasteur al decir. La ciencia no tiene patria; pero el hombre de ciencia sí tiene una. Esta regla fundamental vale en todos los países, salvo en Alemania. Es falso, ha dicho un historiador alemán, Giesebrecht (citado por Fustel de Coulanges a raíz de 1870. que la ciencia no tenga patria y que vuele por encima de las fronteras; la