APUNTES 301 buye a ennoblecer su vida y hacerla más feliz. La etiqueta alemana» pegada al trabajo del artista y del sabio, desnaturaliza ese ideal y lo empequeñece en provecho y utilidad de Alemania, de su supremacía, de su dominación.
II EL MANIFIESTO DE LOS 93 Una declaración célebre nos ha abierto los ojos: el llamamiento al mundo civilizado dirigido por los 93 intelectuales alemanes, casi al comienzo de la guerra (30 de octubre de 1914. Fue una sorpresa universal y una revelación: un rayo fulgurante que iluminaba la mentalidad alemana, y nos descubría una parcialidad que de otro modo habría podido engañar.
nos eternamente. Ese documento nos enseñaba, en resumen, que el calificativo «alemán» aplicado a una cosa cambiaba su sustancia; que había una «verdad alemana. muy distinta de la VERDAD simplemente dicha y fundada en la Revelación del Canciller del Imperio; que había una «civilización alemana. basada en el militarismo prusiano, y una «ciencia alemana, con un ideal diverso del de la CIENCIA sin epítetos.
Lo que hace el valor inestimable de este documento es la firma de los hombres más eminentes de Alemania en las ciencias y en las artes. es esto lo que nos prohibe considerarlo como una manifestación de frenesí pangermanista, sin autoridad, a la altura de las que diariamente registra la prensa. Así revestido con el sello de una crema de pensadores, ese documento tendencioso nos revela, más que cualquier otro, el auténtico pensamiento alemán.
Hay, pues, en la mayor parte de los espíritus alemanes una restricción mental que falsea su juicio.