274 APUNTES más se marcan las desigualdades de los hombres.
Habéis fracasado más allá de todo cálculo en igualar las oportunidades. Habéis tratado insensatamente de igualar a los hombres. esta impía doctrina igualitaria ha puesto en acción fuerzas económicas, sociales, políticas, educativas y aun religiosas, que eliminan de la corriente de sangre nacional las valiosas células germinales de vuestros cuatro millones de hombres superiores, y una vez que los cuatro millones se hayan disipado no quedará otra cosa que la austera pero eficaz disciplina de la barbarie, hasta que la naturaleza sea capaz de producirlas de nuevo.
III La segunda advertencia de la biología es breve y concreta: que la herencia, y no el medio ambiente, es lo que hace a los hombres; que es el hombre quien hace el medio, y no el medio al hombre; que casi todas las miserias y casi toda la felicidad del mundo se deben, no al medio ambiente, sino a la herencia; que las diferencias entre los hombres provienen de las diferencias en las células germinales que les dieron vida; que las clases sociales, que vosotros tratáis de abolir, están ordenadas por la naturaleza; que no son los barrios bajos los que hacen a la gente del arroyo, sino la gente del