242 APUNTES En una de las cárceles de Bogotá se efectuó alguna vez una comunión de presos. Muchas damas de la primera sociedad les sirvieron un suculento desayuno, después de la comunión, y les repartieron ropas, cigarros y dulces.
La fiesta estaba animadísima: las charangas llenaban el espacio con sus notas alegres, y los presos, olvidando momentáneamente sus penalidades, mostrábanse contentos y decidores.
Don Ricardo Carrasquilla, que era uno de los organizadores de aquella fiesta de caridad, iba de grupo en grupo, animando a unos, regocijando a otros, soltando un chiste acá, improvisando una redondilla allá, recitando unos versos acullá.
Al pasar cerca a un grupo de damas, una de ellas le dijo, señalando a una pareja que, muy amartelada, decíase ternezas al pie de una enredadera. Don Ricardo, mire usted aquel idilio.
Miró don Ricardo a los felices novios, que se arrullaban sin hacer caso de nadie, pues para cada uno de ellos el universo se condensaba en la mirada del otro. Quiénes son ese Romeo y esa Julieta? preguntó. Fulano Ortiz y Fulanita Cadena le contestó la dama. Me parece que es mano de una improvisación. Con mucho gusto, mi señora. contestó galantemente don Ricardo.