APUNTES 211 obstinación con a todo cambio, tanto por sí como por cuanto.
Hognios tribunales cambian sus costumbres; mas, hasta hoy, todos los hombres de ley se oponían tercamente a toda reforma de la ley. Las universidades han mantenido su antiguo programa hasta mucho tiempo después de cesar éste de ser bueno; y luchan ahora para evitar la revisión con que se ve amenazado. Ni una mejora ha habido en Correos que no haya excitado vehementes reclamaciones por parte de la administración de Correos. Wilson podría decirnos hasta qué punto es todavía poderoso el espiritu conservador en las escuelas primarias de la Iglesia.
Ni aun los mayores peligros pueden hacer cesar la resistencia oficial; un hecho lo atestigua: en 1820, como antes ya dijimos, el profesor Barlow manifestaba, en su informe sobre las brújulas del Almirantazgo, que «la mitad por lo menos no eran más que antigüallas. Pues bien, aun cuando en esto hubiera una amenaza real de naufragio para cada navío, elas cosas no parecían haber sido sino muy poco mejoradas en 1838 y aun en 1849. esta fuerza de inercia no es fácil de extinguir, ni siquiera para una opinión pública poderosa; por ejemplo, en vano durante varias generaciones las nueve décimas partes de la nación desaprobaron la organización de la Iglesia que harta a los holgazanes y diezma a los trabajadores; nombráronse, sí, comisiones para restablecer la equidad, pero, en suma, todo está como estaba.
Otro ejemplo: desde 1818 se han hecho como una veintena de tentativas para introducir el orden en las escandalosas malversaciones de los de las fundaciones de caridad; diez veces en diez años se han propuesto medidas al Parlamento para remediar a la