APUNTES 185 cosas.
En momentos en que conversábamos con don Elías Jiménez Rojas, un pregonero de un diario de la tarde (1) entró ofreciendo a la venta ejemplares del mismo.
Don Elías nos señaló entonces el párrafo que en primera página se leía. Textualmente. Esta maldita guerra no se detiene ni ante los maestros y los sabios, los filántropos y los filósofos, que ellos también especulan y suben los precios, aun los de los alimentos de los niños, como cualquier mortal cristiano. sonriendo, don Elías, comentó: No me inmuta la diatriba. Al contrario, casi la celebro. Tanto se ha dicho de mi filantropía, de mi generosidad, que esto de ahora viene a equilibrar las Se me ataca porque soy comerciante y porque defiendo a los comerciantes víctimas de las arbitrariedades del Gobierno, que procede siguiendo la línea de menor resistencia y aprovechándose del alarmismo, de las peligrosas especulaciones de los diarios que hacen su negocio a base de exagerar los hechos y de crear presunciones absurdas en la mente popular.
La masa cree que los comerciantes debemos pagar por todos, y que cuanto se haga en nuestro daño está justificado, porque nuestras actividades son siempre en perjuicio de quienes nos favorecen; cuando la verdad es que cliente y comerciante se deben mutua gratitud, cuando hay honestidad y buen servicio de parte del primero y consideración y comprensión de parte del segundo, en una suerte de reciprocidad que (1) La Prensa Libre, dirigida por los señores Borrasé y Palau, cuyas manos he estrechado tantas veces, creyendo que me conocían bien y que eran amigos mios. Sipas ocul e.