184 APUNTES triunfo engañoso de 1889, comenzó en 1888 y fueron sus inspiradores precisamente los mismos valientes ciudadanos que acababan de hacer la defensa de la Universidad y quedar derrotados por los partidarios de la enseñanza del Estado. De pie, con respeto y cariño, voy a recordar tan sólo los nombres de los que fueron mis parientes o amigos íntimos: Don Juan Fernández Ferraz, don Juan de Dios Céspedes, don Félix Arcadio Montero, don Elías Jiménez Vargas, don Alfonso Jiménez Rojas. Yo no he conocido otros más firmes y decididos amantes de la libertad.
Cruzámos ayer algunas palabras con don Elías Jiménez. Sin diluirlo, damos a nuestros lectores el breve diálogo. Estamos o no estamos en guerra. Todavía no lo sé, nos respondió don Elias. Nunca hay razón para la guerra; pero hay veces en que cabe una explicación de ella. Esta vez, me parece que no cabe.
No me es por consiguiente posible creer que la actual contienda europea vaya a durar. Pienso que no pasará de un simulacro sangriento y costoso, muy propio del momento de debilidad intelectual que vivimos. el proceder del Gobierno frente a los comerciantes. Qué nos dice. No me sorprende. Así obran los gobiernos mediocres y mal aconsejados. Burlarse de los principios es hoy cosa de buen tono.
TO La Tribuna, de setiembre de 1939.