5559 122 APUNTES París conduciendo dicho pedestal, hasta lograr depositarlo en Bogotá, después de vencer dificultades sin cuento, no sólo en la subida del río Magdalena, desprovisto entonces de barcos de vapor, sino también, y sobre todo, en el ascenso de Honda a esta altiplanicie; lo que fue labor de varios meses, porque los peones que se obtenían para cargar los cajones que conte.
nían las piezas del monumento invertían algunos días en recorrer cortísimo trayecto, y en seguida, cansados y llenos de desaliento, desistían de su compromiso y era necesario acudir en busca de nuevos cargueros. Sigue aquí la poesía de don Miguel Antonio Caro, año de 1883. la Estatua del Libertador (En la Plaza Mayor de Bogotá. Bolívar! No fascina a tu escultor la Musa que te adora «sobre el collado que a Junín domina. donde estragos fulmina tu diestra, de los Incas vencedora.
No lo turba la Fama, alada pregonera, que tu gloria del mundo por los ámbitos derrama, y doquier te proclama Genio de la venganza y la victoria.