APUNTES 45 drugada casta, a la limpieza del cuerpo y a la noble energía física.
Mas todo esto, que hoy es ya un volumen denso y firme en la vida española. es incompatible con la otra tendencia, la que representó don Marcelino, con su severidad tradicional y un tanto sensualista, de buen fraile español? No sólo no lo es, sino que del remolino actual, engendrado en el choque de las dos corrientes adversas, ha de surgir el cauce grande en que las dos estén fundidas. Por qué no? Sólo se necesita un poco o un mucho de comprensión, de tolerancia en cada bando. Esto sólo: que se pongan de acuerdo en una cosa esencial: en el reconocimiento de los valores morales; lo que el mundo actual, para desdicha suya, ha olvidado.
Es decir, que don Marcelino, si resucitase, no pudiera volver a escribir esta frase terrible y representativa de mi carta. Giner será todo lo bueno que se quiera, pero. Porque cuando un hombre es bueno, no hay pero que valga. De La Nación, Buenos Aires.