APUNTES 37 preconizáis una doctrina y no la aplicáis jamás en vuestros propios asuntos?
Habría que contestar: Conozco yo un viejo hogar, muy estimable en mi concepto y al que, sinembargo, aun mis amigos suelen comprender mal. Es el marido un hombre de negocios, honrado, bastante áspero, muy atento siempre a sus intereses, capaz de sentimientos de generosidad pero capaz también de ocultar esos sentimientos bajo apariencias de frialdad; en una palabra, poco sociable y, además, casi indiferente a los halagos sociales. Su esposa, en cambio, es una mujer dulce, piadosa, atenta siempre a hacer la caridad, sinceramente desinteresada, y que desea constantemente convertir a sus amigos; además, bastante severa de costumbres. Los hijos, que son numerosos, no tienen ni el vigor del padre ni la abnegación de la madre. Son alegres, frívolos, y pasan buena parte de su vida en jugar a la pelota con instrumentos de formas diversas.
Cuando hablamos por teléfono a esta casa, es siempre la esposa la que nos contesta. por lo mismo no oímos entonces más que discursos morales y exhortaciones a la virtud. Pero quien llegue a tratar con el marido le encuentra semejante a todos los hombres, es decir, prudente, desconfiado y estrictamente celoso de sus derechos. De semejante contraste surge siempre una mala inteligencia. la gente malévola dice: