A PUNTES 35 Los conflictos Un sér que siente el deseo de convertir al mundo entero en un juego, y en un juego deportivo, juego de gentleman.
Sólo que el mundo no es un campo de juego: el mundo es brutal. Cómo, pues, vivir en este mundo brutal respetando las convenciones y las reglas. Cómo, además, sujetar las pasiones a las austeras reglas de los puritanos? Las pasiones son exigentes, y las de los ingleses, muy.
particularmente, violentas. Se les conoce mal, porque a menudo se encuentran desarticuladas y afloran muy lentamente. No pierden por cierto, con esto, nada de su fuerza.
El novelista inglés Forster cuenta la historia de un grupo de ingleses y franceses, que van viajando juntos por un camino de los Alpes. De pronto el carro se desbarranca. Afortunadamente, nadie resulta muerto. Los franceses se levantan temblando de pies a cabeza, en tanto que los ingleses permanecen fríos y tranquilos. Vuelven todos los viajeros al hotel. Ya por la noche, hacia las ocho, cuando los franceses, felices, se habían olvidado completamente del accidente, los ingleses se hallan ahora impresionadísimos.
Es este un típico ejemplo del lento aflorar de los sentimientos entre los ingleses. Ah, sí, pero cuando entre ellos las pasiones hablan, lo