APUNTES 23 un Bernard Shaw. Y, apenas se puso en pie, comprendí mi funesto error de tono. Pues, lejos de elogiar a Wells, Shaw se dedicó a atacarlo y a hacer constantes bromas a costa suya. Durante cuarto de hora, hizo reír a toda la sala, a costa del héroe de la fiesta. En cuanto a mí.
sacando de mi bolsillo aquel discurso triste y grave, meditaba yo a la vez. Después de veinte años de experiencia de las cosas de Inglaterra, bien podías no caer ya en tales errores. y ahora. tenlo presente una vez por todas: no hay que hacer discursos graves en este país, por nada del mundo.
Mas observad que todo ello no quiere decir ni mucho menos que el pueblo inglés sienta desprecio por las cosas serias, por la inteligencia.
La literatura inglesa es en este momento, bien lo sabeis todos vosotros, una de las más bellas del mundo. Los sabios ingleses se cuentan entre los primeros de nuestro tiempo. Pero los ingleses piensan que en la vida práctica, en el terreno de la acción, el instinto es preferible, si no precisamente a la inteligencia, sí a la inteligencia razonadora. esta idea proviene, también, de la larga felicidad pretérita de Inglaterra. En los tiempos pasados se dicen a sí mismos los ingleses todo se ha arreglado siempre admirablemente para nosotros. Entonces. para qué y por qué preocuparse? No tenemos más que imitar a nuestros antepasados. Como decía