APUNTES 21 No se habla en la cámara inglesa desde una tribuna; cada quien lo hace desde su sitio; excelente costumbre, porque el orador no intenta conquistar efectos tribunicios. Si lo intenta y aun en el simple caso de que se exprese demasiado bien, se expondrá desde luego a caer en la impopularidad. Cuando Chamberlain comenzó a hablar en el Parlamento, lo hacía admirablemente. Después de su primer discurso, un amigo experimentado le dijo. Muy bien; pero la Cámara os agradecería que tuvieseis algún titubeo. de cuando en cuando.
Tócóme asistir a la sesión del Parlamento inglés el día en que Mr. Baldwin pronunció su famoso discurso. La frontera de Inglaterra no está ya en los acantilados de Douvres: está sobre el Rhin. me entretuve entonces imaginándome el modo como esta frase habría sido dicha por un orador cualquiera de otro país.
Con qué facilidad se habría tornado amenazadora y grandilocuente, pronunciada en tono de desafío. La frontera de Inglaterra no está ya en los acantilados de Douvres. Está sobre el Rhin. Mr. Baldwin pronunció la frase del modo siguiente: tenía frente a él, en la ancha mesa que lo separaba de la oposición, un rimero de papeles. dijo. La frontera de Inglaterra no está ya en los acantilados de Douvres: está. y se puso a buscar entre sus papeles, como si