6 APUNTES monarquía del pasado y el templo derruido de las viejas creencias; sufrió el hechizo de aquella empresa curiosa que deslumbró al mismo Laffayette: la monarquía democrática de Luis Felipe; contribuyó como poeta, sin prestar su complicidad como hombre político, a la construcción del segundo imperio, entre cuyos sillares no puede menos de distinguir la mirada del crítico hermosos versos suyos y grandes trozos de su prosa ciclópea, y desterrado como republicano el día en que, según sus ardientes palabras. al asesinar la democracia, asesinó Luis Napoleón su propio juramento. el que había prestado como Presidente de la República, fue fiel hasta su último suspiro al noble ideal que consiste en que los pueblos se gobiernen por sí mismos, en que las aristocracias desaparezcan, en que los hombres vivan como hermanos, en que el Evangelio sea la carta fundamental de la sociedad, en que los continentes formen federaciones de democracias, en que no haya plebes ni feudalismos, en que las razas se den la mano, los caídos se levanten y surja de todos los ámbitos del planeta el himno del trabajo y la concordia. Gloria a Dios en las alturas, y paz en la tierra a los hombres de buena voluntad. Acabo de pronunciar una palabra sobre la cual es bueno que me explique. Víctor Hugo creía en Dios, creía en el espíritu, creía en la inmortalidad personal del pensamiento. Los que