468 APUNTES com. esa familia pertenecía don Estanislao Campuzano y Campuzano, hijo del sabio médico doctor Rafael Campuzano.
Hallábase una vez don Estanislao en su oficina de la dirección de las minas del Zancudo, donde ejercía el empleo de contador, en pañía de don Coriolano Amador, uno de los dueños de las minas, de don Bautista Posada Velilla, jefe de la contabilidad, y de otros caballeros, cuando entró una comisión de tres damas de la más alta sociedad, que iban a pedir limosna para la «Casa de Mujeres Arrepentidas. benéfica y laudable institución que empezaba a fundarse. Caballeros dijo una de las damas. apelamos a sus sentimientos caritativos y les suplicamos nos excusen que les interrumpamos. Ustedes dirán, mis señoras repuso el señor Posada Velilla. Venimos a pedirles una limosna para la «Casa de Mujeres Arrepentidas dijo otra de las damas. Con mucho gusto terció el señor Amador, que era hombre muy generoso y caritativo.
Uniendo la acción a la palabra, don Coriolano les entregó algunos billetes de banco, que constituían un cuantioso donativo. El señor Posada Velilla, que también era hombre caritativo, dio una limosna de acuerdo con sus recursos pecuniarios, y así los demás.