466 APUNTES Historia Anecdótica Por Julio VIVES GUERRA La Cuestión heráldica. El 12 de octubre de 1929, pocos días antes de subir el partido liberal al poder, hallábase en la puerta del alegre y bien servido Café Palatino, de Ibagué, el maestro Alberto Castilla, uno de los mejores artistas de la gama en Colombia, honra y blasón del país por su inspiración musical y por su pluma de escritor.
Con el maestro Castilla estaban varios intelectuales de la noble capital del Tolima, porque aquél era siempre, por su discreción y su ingenio, el centro de un remolino de júbilo.
El edificio de la gobernación del Tolima está situado al frente del Café Palatino, y ese día ostentaba en su balcón central dos hermosas banderas que esventolaban a impulso de la brisa mañanera: la una, la bandera tricolor de la Patriatúnica sobre la cual hemos solido echar suertes, como sobre la túnica de Cristo. y la otra, el pabellón blanco y amarillo de los sumos pontífices, puesto en heráldico maridaje con el pabellón colombiano, como para indicar que, si bien éramos una república libre, las decisiones oficiales estaban expresa o tácitamente cortapisadas por la augusta voluntad del coruscante y