A PUN TES 445 ni hablan de compensación de tierras sino de «regalo indecoroso y cobarde. Primero cabe preguntar hasta qué punto debe un gobierno en asuntos internacionales guiarse por las manifestaciones del sentir de las multitudes, sabiéndose que el criterio de éstas cambia con asombrosa rapidez y que un error cometido así sería poco menos que irreparable.
No debe olvidarse que los gobernantes pueden ver lo que los gobernados vemos y más también.
Hay que recordarlo cada vez de hacer una censura a un gobierno por su política exterior.
Nunca como ahora hemos aprendido con el ejemplo de los diplomáticos de las democracias europeas que la mejor política exterior no debe ser la de intransigencia ni de empeño obstinado en mantener una tesis, que si bien puede representar el orgullo nacional, no debe ser velo que impida ver lo que realmente más conviene al país. La actitud de ahora de esos estadistas nos hará ver, en no lejano día, que cediendo a tiempo se consigue lo que se quiere, de la mejor Hace pocos días se citaba, con mucha razón, al pueblo checoeslovaco como ejemplo digno de que lo imitásemos; hoy también se podría mostrar a ese gobierno que no perdió de vista las consecuencias que su actitud habría de producir en su país y también en el mundo.
Por otra parte, siempre que se leen discumanera.