Democracy

APUNTES 437 su voz en el debate, y sólo resonaron los clamores de quienes impugnan el Tratado, no por lo que el significa en sí mismo, sino porque es el Tratado del Presidente Cortés. Ahora interpretarán éstos mi gesto final como un acto de debilidad, cuando sólo hemos querido que un pacto llamado a consagrar la amistad fraternal de dos pueblos no se manche con sangre derramada quizás por estudiantes a quienes lanzan a manifestaciones callejeras los encarnizados directores del movimiento de oposición al Tratado.
Ocurre a veces con los pueblos como con los niños: hay que darles las medicinas a la fuerza, y es así como gobiernos fuertes han podido, venciendo todas las resistencias, imponer tratados benéficos que, después de encontrar la oposición impulsiva de las masas, han sido título de gloria para quienes los llevaron adelante contra obstinados movimientos de la llamada opinión pública.
Desafortunadamente, nuestra democracia se mueve dentro del principio de libertad máxima para los de abajo y derechos mínimos para los de arriba. Este desequilibrio tiene alguna vez que desaparecer, porque la democracia no puede ser ésto, sino coordinación y armonía de las libertades de los de abajo con los atributos de los de arriba para cumplir con lo que ellos consideran como sus deberes para con la patria.
No he de ocultar la profunda decepción que me ha causado la forma en que se conduce una