APUNTES APUNTES 415 sobre mi estro poético un alud de piropos.
casi me hacen ruborizar.
fue que entré un domingo a la casa de y me lo encontré en su cuarto, recostado micamente en una hamaca, leyendo y fulo. Ya leíste este libro? me preguntó, indime el que tenía en la mano. el título: Aires Murcianos, por Vicente na. No, no lo he leído contesté.
ntonces Jesús continuó la lectura en voz LA CANSERA qué quiés que vaya? Pa ver cuatro espigas llás y pegás a la tierra. Veré si puedo le repliqué. pero creo que eso es muy difícil, pues en esa clase de poesía no sólo hay que tener en cuenta el lenguaje campesino, sino la idea que pueda ser vertida por un montañero. Cierto agregó Jesús, porque sería un despropósito que un campesino dijera, por ejemplo. Regando rayitos dioro asoma el sol puentre el cerco, comuamarilla custoria que sialza en escuro templo. Esa estrofa está en puro lenguaje campesino, pero esa idea no la vierte un montañero. Es verdad repuse. y por eso te digo que es muy difícil escribir sentimentalmente en lenguaje montañés. Tienes razón añadió. porque escribir jocosamente en lenguaje campesino es mollar, y en prueba, míra.
En seguida se bajó de la hamaca, acercóse al escritorio e improvisó el siguiente sonetino, que después publiqué yo y que el ilustrado profesor don Januario Henao recogió después en un libro de Cosas de Antioquia: esta sendica se marchó aquel hijo murió en la guerra! bien hubo terminado, del Corral me dijo: Por qué no escribes tú algo así como unos antioqueños?
Porque es muy rudo el lenguaje de nuesampesinos le contesté. y no se presta o lírico y dolorido.
Efectivamente repuso Jesús. pero si polidado y corazón, verás que puedes escribir sentimentales en el habla rústica de nuesontañeses. Mi novia, la negra Trina, es güelerosa a cebolla y tiene el color de olla del jogón de la cocina.