410 APUNTES ción antioqueña, célebre por sus extensos arrozales, que la rodean a pérdida de vista. El jefe de esa familia, don José María Rodríguez, gasto buena parte de su fortuna en educar a sus hijos, quienes, por su talento y su consagración al estudio, alcanzaron lucidos grados en medicina y jurisprudencia.
Una vez iba Marcel de San Jerónimo para Medellín, cuando apenas si tendría veinte años, en compañía de su hermano Adán, y al llegar a una posada que había en el pintoresco alto de Boquerón, aquél detuvo su cabalgadura y, dirigiéndose a su hermano, le dijo. Un momento deténte, peregrino, vuélve a mirar el áspero camino que tu planta desnuda recorrió. Adán, a su turno, detuvo su caballo y repuso. Ahí tienes un buen principio para un poema; debieras seguirlo. Pues si te parece buen principio lo seguiremos contestó Marcel. luego, continuó. No siempre el porvenir es de bonanza, y acaso falte al pecho la esperanza si no recuerda que al luchar venció. Ese fue el origen del poema Un Momento. y de él recuerdo algunas estrofas, que copio: