APUNTES APUNTES 409 Café de La Gran Via, Café de La Gran Via. ya todo aquello pasó!
Ya no más en tu recinto escucharemos tú y yo esa voz que para siempre enmudeció.
mientras el cariño aleteaba de corazón corazón. lás tarde, tocóle a don Manuel Murillo oír tonación del tiro con que Ricardo Rendón neló la cabeza, y fue él quien paternalmente ió el cuerpo del gran artista, cuyo pálido bañó con sus lágrimas.
Toy ya don Manuel Murillo fué a reunirse con ntiguos compañeros, que lo habrán recibido tijada y fraternalmente, como en la tierra.
lace casi treinta años vine por primera vez gotá, y al día siguiente de mi llegada fuí el poeta Delio Seraville a La Gran Vía. Don Manuel díjole Seraville al señor Mu. aquí le traigo este nuevo amigo: poeta tioqueño.
don Manuel, siempre con su amable sonme dijo mientras me abrazaba, recordando ciación del poeta Vargas Tamayo en La Simbólica: Poeta y antioqueño? Respeto su triple des¿Por qué triple? le pregunté.
La desgracia de ser poeta, una; la desgra.
e ser antioqueño, dos; y la desgracia de no ogotano, tres.
eímos Seraville y yo muy cordialmente.
ese día me unió con don Manuel Murillo amistad que sólo la muerte interrumpe, aunno rompe.
hoy, cuando veo cerradas las puertas del La Gran Via, evoco el poema. Un Momento. La generación actual no conoce siquiera el nombre de Marcel Rodríguez, y éste fue uno de los poetas más inspirados del último cuarto del siglo pasado; y ese desconocimiento se debe a que aquél murió cuando apenas contaba veinticinco años, en el de 1885.
En el Parnaso Colombiano que editó Julio Añez ese otro poeta, a quien tánto le debe la literatura patria. hay algunas poesías de Marcel, entre ellas una que se titula Un Momento! si no ando mal de recuerdos. la que mereció grandes elogios de la crítica española, cuyas grímpolas empuñaban en aquellos tiempos Manuel de la Revilla, Leopoldo Alas y Palacio Valdés.
Quiero hoy relatar la manera como nació el poema Un Momento! una de las más hermosas piezas poéticas del género elegíaco que han salido en Colombia.
Marcel Rodríguez pertenecía a una acaudalada familia de San Jerónimo, riquísima pobla