APUNTES APUNTES 401 La Guerra Civil de España, hace un siglo POR RENE ARNAUD Les Annales. Paris, agosto de 1986.
er que prontamente parezca esa misma esresuelta a abandonarla. Es un ejercicio de do difícil y complicado para que se consolide tierra.
onvivir con el enemigo. Gobernar con la tión! No empieza a ser ya incomprensible ante ternura? Nada acusa con mayor claridad onomía del presente como el hecho de que siendo tan pocos los países donde existe sición. En casi todos, una masa homogénea sobre el poder público y aplasta, aniquila grupo opositor. La masa. quién lo diría su aspecto compacto y multitudinario?
sea la convivencia con lo que no es ella.
a muerte lo que no es ella.
En el siglo XIX hubo dos Carlos, y dos guerras carlistas: la primera, de 1833 a 1840, hace justamente un siglo; y la segunda, de 1872 a 1876.
Al morir Fernando VII, en 1833, no dejó hijo varón sino dos mujeres, y eso complicó la sucesión al trono. Por descender los Borbones de España de Luis XIV, resultaba Fernando VII biznieto de Felipe y nieto del gran rey quien debía su corona. Como era imposible que ocupara el trono de España una mujer, por la famosa Ley Sálica de los reyes de Francia, aplicable a los de España, la corona tenía que recaer en el hermano de Fernando VII, Don Carlos; pero el dominio que ejercía sobre Fernando VII su joven esposa María Cristina, hizo que éste ordenara que a su muerte le sucediera su hija Isabel. Como Isabel no cumplía aún los tres años, quedaría como Regente María Cristina, que disfrutaría así del poder durante largos años.
Creyóse asegurado el porvenir de la regencia enviando a Don Carlos a Lisboa, casi desterrado, y haciendo que prestara juramento Isabel ante los Diputados a Cortes, de Castilla. Tales preno pienso que envejecer e irse quedando solo sean sma cosa. Ha perdido el anciano padres, hermanos, compañeros de infancia y juventud, pero no está 2y millares de chiquillos que en verdad están más El anciano está rodeado de sus personales nietos y ietos de los muertos queridos. En todos estos nievivo el pasado: ellos nos inspiran afectos más y encienden en nosotros esa incomparable fuerza lama la esperanza.