Socialism

APUNTES APUNTES 893 La Razón de la Sin razón POR JOSÉ ORTEGA GASSET (Universidad, México)
de la realidad costarricense. cuando yo, al ario, considero que, por su frondosidad y su ada ineficacia, cuadran admirablemente con píritu general de nuestra legislación actual. Me consta que usted ha sostenido siempre hombre de ciencia es necesariamente simque quien simplifica va camino de la Sabe usted cuándo se habló mucho de la DAD COSTARRICENSE. Hace 50 años, fecha muerte de nuestra Universidad! Teníamos universidad sencilla, deficiente, pero bien ta del Ministerio de Instrucción Pública y ada a futura perfección. Pues bien, se le uerte porque se la juzgó «fuera de la reacostarricense» de aquel momento.
Se comprende entonces que a usted no le gracia esa expresión!
De La Tribuna de 19 de julio de 1938.
El imperio que sobre la vida pública ejerce hoy la vulgaridad intelectual, es acaso el factor de la presente situación más nuevo, menos asimilable a nada del pretérito. Por lo menos en la historia europea hasta la fecha, nunca el vulgo había creído tener «ideas sobre las cosas. Tenía creencias, tradiciones, experiencias, proverbios, hábitos mentales, pero no se imaginaba en posesión de opiniones teóricas sobre lo que las cosas son o deben ser por ejemplo, sobre política o sobre literatura. Le parecía bien o mal lo que el político proyectaba y hacía; aportaba o retiraba su adhesión, pero su actitud se reducía a repercutir, positiva o negativamente, la acción creadora de otros. Nunca se le ocurrió oponer a las «ideas» del político otras suyas; ni siquiera juzgar las ideas del político desde el tribunal de otras «ideas» que creía poseer. Lo mismo en arte y en los demás órdenes de la vida pública.
Una innata consciencia de su limitación, de no estar calificado para teorizar, se lo vedaba completamente. La consecuencia automática de esto era que el vulgo no pensaba, ni de lejos, decidir en casi ninguna de las actividades públicas, que en su mayor parte son de índole teórica.
ando el transeunte canta en la oscuridad, niega su ed, pero no por ello ve más claro.
Sigmund Freud un pais próspero no pega la utopía. En los pede desastre económico, los incontables descontentos an más que con un cambio revolucionario, y nate se inclinan hacia el socialismo.
Gaston Jese