APUNTES APUNTES 387 finirla. Los estoicos dan gran importancia lefinición, aconsejan estar en guardia contra ntasías de nuestra imaginación (phantasia. alcanzar la sabiduría bastará no desear más que dependa de nosotros: el hombre no nunca trocarse en un esclavo de las cosas entes (adiaphora. las afecciones no deben trasformarse en enfermedades (pathos. Los os medios, para atenuar el rigor de la dochabían establecido una distinción un poco ta entre las cosas indiferentes: por ejemplo, es preferible a las enfermedades, aunque sean adiaphora. Los estoicos modernos nieron en su mayor parte esa diferenciación; ara ellos no hay grados entre la virtud y o, por lo cual el progreso moral no existe, e la sabiduría y la no sabiduría no hay Jión. ese término medio que no admitían, naban los estoicos modernos el prokope.
les son los rasgos más sobresalientes de la estoica. Epicteto, bajo el punto de vista to y teórico, siguió a los estoicos antiguos.
ginalidad consistió en condenar el suicidio, según parece, fue utilizado por Zenón.
CRÍTICOS ACERCA DE LA DOCTRINA gunos autores han criticado severamente icismo, reprochándole su dureza; otros han precisamente en ella su hermosura. Más la objeción que se le ha hecho de ser, como la mayor parte de las doctrinas antiguas, profundamente eudemonista o sea una moral de la felicidad individual: para el estoico el «bien soberano» es la dicha suprema. Además, el prin.
cipio de la «ataraxia, o pasividad es un principio de inacción, toda vez que el sabio tiene que mantenerse impasible, en la creencia de que no depende de nosotros modificar la marcha de las cosas; se ha dicho que esto equivale a condenar la acción, la iniciativa, y por lo tanto a admitir una doctrina decadente que a la larga conduciría al abandono de las ciencias.
La primera objeción ha sido planteada por aquellos que parten de un principio social para estudiar la ética y consideran la «sociedad co.
mo un conjunto eminentemente rico en fenómenos de índole moral. Los cientistas. han abordado el segundo punto, alegando que la muerte de la iniciativa reduce al hombre al estado de sér pasivo; la ciencia moderna pretende, por el contrario, utilizar todas y cada una de las actividades humanas para explorar todos sus problemas y profundizar los conocimientos hasta el grado de penetrar ese Heguemonikon misterioso que ha venido siendo la preocupación de todos los siglos. De esa confianza de los cientistas en el conocimiento dimana el optimismo ilimitado que ellos demuestran. Ahora bien, si recordamos que el estoico es por definición un optimista, haremos la curiosa constatación de que las dos teorías