APUNTES 383 APUNTES que no ha faltado quien descubra semejanzas el cristianismo; el Manual de Epicteto, relación de máximas recogidas por Arriano, le se nota la reacción de la última época del cismo en su regreso hacia la pureza primiy los Pensamientos de Marco Aurelio, que an una admirable colección de máximas proas y austeras.
CIPALES RASGOS DEL ESTOICISMO El estoicismo es panteísta: para él el universo solamente material, sino que forma un unto en donde todos los fenómenos están elazados, como si fuera un sér viviente cuyos nos mantuvieran una intima interdependencia, edor de una fuerza que lo anima, una alma es Dios. Dios es para los estoicos, por lo la naturaleza misma, es la razón universal, ellos llaman Heguemonikon del mundo o Lipio animador del universo.
Esa razón, desprovista de consciencia de sí aa en las plantas y aun en los animales, iere esa consciencia en los hombres: es su. el Heguemonikon del individuo. En Dios azón es una inteligencia universal a la cual escapa: no hay sitio, pues, para lo incierto; terminismo es riguroso.
De ese determinismo arranca la doctrina ológica del ciclo eterno, según la cual el mundo, después de terminar una evolución, estalla para iniciar un nuevo ciclo; y así sucesivamente, en períodos cósmicos similares, se reproduce eternamente. Se explica de tal suerte el afecto de los estoicos por los presagios, su creencia en las profecías y los honores tributados por Marco Aurelio a los magos y los augures: la ciencia de la adivinación o Mántica tiene para ellos una base científica, puesto que los acontecimientos se repiten en cada ciclo y es posible establecer relaciones entre los sucesos.
Como consecuencia de esa teorí la importancia de la muerte es secundaria, puesto que siendo el universo entero el que está dotado de verdadera existencia, todo mortal vivirá de nuevo en tiempos posteriores, gracias a la evolución cíclica.
El panteísmo de los estoicos es naturalista.
No obstante, es curioso notar que, en cierto modo y exceptuando a algunos de ellos, son también materialistas los estoicos cuando admiten que el Heguemonikon puede desaparecer, para reintegrar el principio universal, en el cual se consume al llegar el momento de la conflagración final de un período.
La metafísica estoica concuerda en un sentido con la religión popular hacia la cual mantiene, como dice Von Aster, una actitud cordial, puesto que admite que los diferentes dioses no son más que denominaciones varias de una misma divinidad, según la potencialidad que ésta despliegue.