346 APUNTES sarle versos hasta a un candidato presidencial, dicho sea sin aludir a los doctores Echandía y Santos ni a ninguno de los candidatos que en el mundo han sido, son y serán.
Llegó a Chiquinquirá el inteligente y honorable caballero don Diego Márquez como agente de la acreditada fábrica de calzado «La Corona. una de las mejores del país y esto no es anuncio pagado, sino un dato de justicia, que conste. y fue tánta su actividad que en menos de un mes expendió todo el abundante y variado surtido que llevaba, de tal modo que en la bella y hospitalaria ciudad de la Imagen Milagrosa todo el mundo usaba zapatos de «La Corona. Una tarde andaba de paseo por los pintorescos alrededores de Chiquinquirá el señor Ferro con don Diego Márquez y otros amigos, cuando se encontraron con unos frailes que regresaban a su convento.
El señor Márquez, como buen agente, le dijo a Ferro. Míra, estos frailes van calzados con zapatos de La Corona. Entonces el poeta, sin detenerse un instante a pensar, le soltó esta improvisación a su amigo. Un agente de calzado ha vuelto el mundo al revés, porque tanto ha realizado que hay fraile que ha resultado con «La Corona, en los pies.