30 pet 1938 APUNTES 341 El último abencerraje. En el Colegio de Te.
soreros recientemente reunido en Ibagué, por convocación que hizo a todos los municipios mi inteligente amigo el donoso escritor Noel Ra.
mírez, contralor del departamento del Tolima, tomó asiento don Ulises Useche, tesorero de Natagaima, ante quien todos sus colegas se descubrían reverentes, tanto por ser el patriarca y el decano de la entidad, cuanto porque en la vida de don Ulises «hay un hecho auténtico que se sale de lo real y de los campos de la historia para casi entrar en la leyenda y en la fábula. No resisto a la tentación de reemplazar mi desmirriada prosa con la muy acertada del citado señor Ramírez, que es quien me suministra los datos para esta anécdota. Dice. Cuando estalló la guerra de 1899, ya don Ulises era tesorero de Natagaima; la plaza fue tomada y él echó dentro de una taleguilla de cuero los billetes y níqueles que constituían el saldo en efectivo de su responsabilidad y que llegaba a unos ochocientos pesos de aquel entonces. Don Ulises no hizo campaña; duró huyendo los tres años de la guerra, sin poder prender candela en el monte para que el humo no lo denunciara; vagó por colinas y vegas y llanuras, guardando siempre el saldo de su caja. Cuando pasó la guerra, se presentó a las