pel 339 APUNTES popular y soñador poeta, cuyos versos repetían casi devotamente los jóvenes de la mitad del siglo último. El viento que mecía su cabellera undivaga mostrábame a intervalos sus ojos y su tez, ho como se ve en la noche flotar sobre una lápida la sombra de un ciprés. Para el autor de El Lago llevaba el doctor Samper una carta de introducción, firmada por el doctor Ezequiel Rojas, que era muy amigo de aquél.
Pasados algunos días, el doctor Samper fue de visita a la casa de Lamartine, en compañía del doctor José María Torres Caicedo.
Lamartine los recibió con esa refinada cortesía que hizo de él uno de los primeros elegantes de principios del siglo XIX, y los tres entablaron amena charla, salpicada de anécdotas que el gran poeta refería con inimitable donaire.
Después de un rato de conversación, el doctor Samper le dijo al poeta: Uno de nuestros más vehementes deseos es ver la biografía del Libertador Bolívar escrita por usted, señor de Lamartine, pues para tal espada, tal pluma. cuenta el doctor Samper en sus memorias, que el inspirado poeta le dió esta casi textual contestación: