316 APUNTES Don Elías palideció, manifestando la conmoción que nuestra mala noticia le hacía experimentar. Se empañaron sus ojos. Apretó los labios. Luégo, haciendo un esfuerzo, nos habló secamente, en los términos que copiamos. Fue para mí un maestro y amigo queridísimo. Me llevaba unos ocho años de edad.
Lo conocí en el Colegio Central, colegio privado que reemplazó al Instituto Nacional, en 1883, antes de que se abriera el Instituto Universitario. Don Leopoldo Montealegre, ya anciano, era ahí el director de un grupo de excelentes jóvenes profesores: don José María Alfaro, don Alberto Brenes Córdoba, don Miguel Obregón, don Juan Umaña y otros.
Don José María Alfaro fue el tipo acabado del maestro tímido, dulce y serio. fue también el tipo raro del amigo discreto e invariable a través de los años y en todas las circunstancias, a quien se ama necesariamente cada vez más.
20. don Elías apretó nuevamente sus labios.
Mayo de 1938. Vengo a preguntarle si desea dar alguna respuesta a los artículos del señor ministro de Educación y del señor director del Liceo de Costa Rica. Le antepongo que no olvido la po.
sición ventajosa que le dan a usted en este caso sus años y la autoridad que se tiene ganada.