306 APUNTES los divorcios; todo mientras la masa se ve endiosada, pero no alimentada; adulada en teoría, y en la práctica, brutalmente expoliada. Universidad, México, febrero de 1938. Las letras viejas, las que han podido llegar a viejas.
Un capitulo de de Lamartine (De Rafael, páginas de los veinte años. Qué felicidad! Los viles deseos de la pasión se habían aniquilado (pues así lo había querido ella) en la plena posesión del alma del uno por el otro. La felicidad me hacía, como acontece siempre, mejor y más piadoso de lo que nunca hubiera sido. Dios y ella se confundían tan completamente en mi alma, que la adoración que le tenía era también una perpetua adoración del sér divino que la había creado. Yo no era más que un himno, y en mi himno no había dos nombres, pues Dios era ella y ella era Dios! Nuestras conversaciones por el día, cuando nos deteníamos a contemplar, respirar y admirar en las vertientes de las montañas, a orillas del lago o en el tronco de algún castaño junto a las praderas bañadas de sol, se encaminaban con frecuencia, por efecto del rebosamiento natural de dos almas demasiado llenas, hacia el abismo sin fondo de todos los pensamientos; esto es, hacia