pet 1932 San José, Costa Rica. Apartado 230 PU T S Tomo IV 35 30 DE JUNIO DE 1938 De Alfonso Castro En Presente y Futuro, Colombia, mayo de 1938 Maestros respetables, considerados socialmente, con el porvenir a salvo, enamorados de su profesión y amantes de los niños, son los que regentan mi escuela. Aman el libro de estudio por el placer que ocasiona el conocimiento nuevo de cada día, pero no para tomar lecciones. Para enseñar están ellos. Saben que es la palabra precisa y cuidada, el gesto convincente, el brillo en las pupilas, el ademán cariñoso y acogedor ante la cosa que se tiene a la vista o entre las manos, lo que mejor se graba en la mente infantil. Están convencidos de que una lección de botánica es de eficacia indiscutible, cuando se da aspirando el perfume de flores y yerbas en el jardín; que los rudimentos en geología se aprenden removiendo guijarros y embadurnándose las manos de tierra.
De mí sé decir que vine a saber a ciencia cierta lo que era la República de Colombia, hace poco tiempo en Bogotá, visitando el hospicio de Chapinero.