APUNTES 267 Justicia está en manos de funcionarios mal remunerados, que languidecen, que sufren el agobio de un recargo de trabajo, de un exceso de funciones. El cuadro se torna indignante y cruel cuando se visitan nuestras cárceles. También la enseñanza está reducida a una pobre expresión.
Mientras no exista en la propia capital de la República nada más que un liceo para 60 70 mil habitantes, en un edificio inadecuado y bajo la dirección de una sola persona, no hablemos de segunda enseñanza seria y eficiente. sin ésta, tampoco es posible que haya enseñanza primaria o enseñanza superior válidas.
Vemos, pues, que no hay ninguna orientación en los gastos públicos. Son millones los que hoy se consumen en actividades sanitarias que en una buena organización administrativa ocuparían un lugar secundario. Millones se botan en planear reglamentos y en construcciones inútiles o en curar enfermos, en tanto que a los sanos nadie los defiende, y son éstos sin embargo los que más merecen la atención del Estado. Podría hasta suprimirse la Secretaría de Salubridad y ampliarse en las escuelas la enseñanza de la higiene; pero de un modo intenso y bien cimentada, que no hay higiene sin fisiología, ni fisiología sin física, ni física sin matemáticas. De una conversación con don Antonio Zelaya.
Diario de Costa Rica, 25 de enero de 1938.