232 APUNTES an ¡Cuidado con hablar mal de los barberos. Hay que limitarse a contar lo que pasa sin hacer comentarios.
El nombre de barbero, hace tiempos que no les gusta. En muchas partes han preferido llamarse peinadores o peluqueros, coiffeurs, hairdressers (palabra usada antes de la guerra de 1914. Ahora, un «artista» francés, de barbería, acaba de darse el nombre de capilartista. La palabra está bien hecha; falta que pegue.
El problema de las modas no es tan simple como parece. No es enteramente por obediencia a los modistas, ni por espíritu de imitación, ni por contagio, por lo que, a un momento dado, las gentes de París y las de San Ramón se arreglan el cabello y se trajean de maneras semejantes. Los hombres de una misma nidada, aun cuando vivan en lugares muy distantes y sin relaciones entre sí, manifiestan, por lo general, un gran parecido en sus gustos y en su mentalidad.
El 29 de setiembre salió por última vez el Morning Post. Era quizá el más antiguo diario de Inglaterra. Contaba 167 años de vida.