A PUN ES 227 ecuaciones, arrojando la cartera ministerial a los pies del señor presidente, para ocupar su curul de congresista, no puede imaginárselo con quince años, arrancándose por peteneras y hacién.
dole a la novia versos en que la llamara huri, hada, arcángel, y le aplicara otros sustantivos femeninos sacados de las nebulosas poéticas.
Yo sí conocí a Rodríguez Moya cuando él era estudiante, y a pesar de la diferencia de eda.
des pues no recuerdo si yo le llevaba quince años o viceversa (cruel enigma. nuestra amistad era muy sincera y muchos de sus versos los te.
nía aprisionados en mi memoria: Entre ojos de mujeres, la pupila que amenaza llorar, más enamora: si quieres amistad, sé alegre y ríe, mas si quieres amor, sé triste y llora!
Yo que no doy mi corazón, lo vendo por un puñado de dolor. Sé triste! cito estos endecasílabos porque yo no sé versos míos; cuando me veo obligado a recitar, les arrimo el hombro a esos y con ellos me luzco.
Bien es verdad que nunca digo que sean ajenos, pero tampoco digo que son míos.
Bueno, pues Rodríguez Moya, poeta sentido y a veces tempestuoso, solía agarrar del pelo a la musa de lo jocoso, para que ésta le inspirara