APUNTES 183 Variedades Seiscientos ciudadanos que individualmente son buenos, prudentes y bien intencionados, constituyen, cuando están reunidos, un rebaño que puede descarriarse en forma desconcertante. Nada más natural y frecuente que este fenómeno de psicolo.
gía de las multitudes, señalado con energía por POINCARÉ al ponerse de nuevo al frente del gabinete francés, en 1926. Calderón, de igual suerte que Lope, no obtuvo en su tiempo más que alabanzas, ni hay ejemplo de popularidad igual a la suya, como no sea la del Fénix de los Ingenios. Calderón vino a ser el poeta nacional por excelencia: lauro honrosísimo, aunque se compre a costa de un poco de personalidad. El hacerse poeta popular cuando ya se ha fijado la Lengua, y cuando la literatura de un pueblo ha llegado al punto culminante de su desarrollo, sólo suele alcanzarse por medio de la dramática: y como en el mundo andan siempre revueltos los bienes con los males, trae consigo. por lo general a la vez que cierta abdicación del sentir y del pensar propios, una triste sujeción a las formas convencionales y a los gustos del público, lo cual, si hace al poeta personaje semisagrado entre los de su tiempo y raza, suele perjudicarle para lo futuro, sobre todo en el con.