170 APUNTES de mí. Cierre Ud. sus oídos y no le acontezca otra vez poner a un viejo a hablar de sí mismo.
Mi enciclopedismo o diseminación mental, evidente desde niño, hacían prever que yo no sería un músico, ni un pintor, ni un astrónomo, ni un químico: que no sería un especialista en nada: que, en el mejor de los casos, sería un crítico. Poca cosa. No tan poca! Un crítico puede ser muchas cosas: filósofo, profesor, periodista, comerciante, diputado y hasta magnífico presidente.
Lo de piedra en el camino no es deshonor para el crítico. él le toca atajar. y a otros rodar por el atajo.
Lo malo será que yo no haya hecho bien mi oficio de crítico. Mas, en compensación, he hecho otro oficio, escogido en las zonas inferiores, y he procurado saberlo bien, y he colaborado por consiguiente en el progreso del país. Puede Ud. pensar lo que guste del Kaiser Guillermo como Kaiser, pero no debe negar su excelencia como encuadernador. Puede Ud. pensar lo que guste del Dante poeta, pero tiene que inclinarse forzosamente ante el joven inscrito en la categoría de los boticarios en la República de Florencia. Habéis pensado alguna vez preguntaba Benjamín Taborga en lo que sería un pueblo donde todos los hombres supieran bien su oficio? luego se henchía de pesimismo descubriendo a su derredor «al industrial que no está al corriente de la técnica de su industria, al escritor sin huma