APUNTES 167 número de sus funcionarios. La reducción de los funcionarios deberá ser tanto mayor cuanto más alta sea su categoría. El número de soldados de una tropa o el de peones de una cuadrilla, obligados a acatar órdenes pasivamente, será grande a veces; el número de congresistas no debería serlo nunca. Los fisiólogos tienen demostrado el hecho de que, cuando los hombres se juntan, se exalta su emotividad y se inhiben o rebajan los fenómenos de cerebración superior: las emociones se refuerzan, el espíritu crítico se aminora: en una palabra, baja el nivel de la mentalidad de los concurrentes. No existe ejemplo de un descubrimiento realizado por una colectividad. Todos, en cambio, conocemos las alegrías, los horrores, los arrojos, las cobardías de las multitudes. Ante ellas, basta con saber entusiasmar. Cien hombres valientes producen una colectividad valerosa; quinientos seres inteligentes forman una muchedumbre de intelectualidad menos que mediana. Quiere usted una asamblea de tontos? Reúna muchos hombres de talento en una sala. Estas últimas palabras son del doctor Helme. Mas no habría necesidad de los experimentos de los fisiólogos para conocer la producción de las asambleas grandes. Ahí está la historia larga de sus labores caóticas y dispendiosas. Ahí está la inspiración de los poetas diciendo con Maeterlinck: los hombres son como las montañas: jamás se juntan por sus cumbres, siempre por las partes bajas. Ahí