152 APUNTES guerrero que alcanzó el honor de ser candidato para la presidencia de la nación.
No es inútil recordar que esa candidatura, ya boyante, quedó prácticamente desbaratada por haber fusilado Rengifo a don Guillermo MacEwen; fusilamiento que trajo como consecuencia inmediata el hecho de que don Fidel Cano encabezara contra el candidato una poderosa corriente liberal.
Estaba el general Rengifo en todo el esplendor de sus triunfos, y una mañana pasaba por la esquina suroeste de la plaza principal de Medellín hoy Parque de Berrío. donde se hallaban parados tres o cuatro jovencitos de familias conservadoras, entre ellos don Luis Fernández Avendaño, que fue, corridos muchos años, un virtuoso sacerdote.
Cuando úno está en la adolescencia le parece muy bonito y heroico mostrarse descortés con los personajes del partido político contrario, y el señor Fernández, por no ser menos, al pasar el general Rengifo no se limitó a quedarse en la acera, a pesar de que sus compañeros se bajaron de ella, sino que se ensanchó hasta obligar al jefe del Estado a echarse a la calle.
El general Rengifo co cosa inusitada en él. lejos de manifestar enojo por la descortesía, sonrió, y llamando a dos soldados que pasaban, les señaló al señor Fernández y les ordenó: