APUNTES APUNTES 991 andro, siempre sin enterarse de leyendo y declamando: sa papa, la vil papa, uede hacerse? No comerla!
dro, estás loco? le grito don adado. Dejate de versitos y frenético lector no bajaba de lirismo eglógico y sólo repuso: para Antioquia escribo, español sino antioqueño!
o me contestas o no me con.
tó el señor Franco muy sulfuy ecuaciones, arrojando la cartera ministerial a los pies del señor presidente, para ocupar su curul de congresista, no puede imaginárselo con quince años, arrancándose por peteneras y hacién.
dole a la novia versos en que la llamara huri, hada, arcángel, y le aplicara otros sustantivos femeninos sacados de las nebulosas poéticas.
Yo sí conocí a Rodríguez Moya cuando el era estudiante, y a pesar de la diferencia de edades pues no recuerdo si yo le llevaba quince afios o viceversa (cruel enigma. nuestra amistad era muy sincera y muchos de sus versos los te.
nía aprisionados en mi memoria: Entre ojos de mujeres, la pupila que amenaza llorar, más enamora: si quieres amistad, sé alegre y rie, mas si quieres amor, só triste y llora!
Yo que no doy mi corazón, lo vendo por un puñado de dolor. Sé triste! cito estos endecasílabos porque yo no sé versos míos; cuando me veo obligado a recitar, les arrimo el hombro a esos y con ellos me luzco.
Bien es verdad que nunca digo que sean ajenos, pero tampoco digo que son míos.
Bueno, pues Rodriguez Moya, poeta sentido y a veces tempestuoso, solía agarrar del pelo a la musa de lo jocoso, para que ésta le inspirara Se las aubes don Alejandro y.
es que estoy estudiando para studiando. Estudiando qué?
iando antioquefio, a ver si Carestino.
de Rodriguez Moya. No es que uez Moya haya puesto ya los les de la ancianidad; pero quien tan atiborrado de guarismos