APUNTES APUNTES ina hora de jugar al billar, el que tenía que pagar lo que en villaristas se llama cel tiempo, strador en són de chanza: isted ahora conmigo, don Juan, que pagarle dor, siguiendo la chanza, cone quedo con estos códigos, para ta.
darse usted con esos códigos. gudelo, hago cualquier sacrihace usted sacrificio para pa. don Juan códigos y las leyes en manos de tan peligrosos como las bomen manos de los nifios.
Sea de ello lo que fuere, el hecho es que cuando la presidencia del doctor Carlos Res.
trepo, las gentes dieron en afirmar que eles cargaba mucho in mano a los maiceros, esto es, que para los montañeses eran los empleos.
Pero hago constar que, por lo que a mí se refiere, eso no fue cierto, pues Carlosé, cuando fue presidente de la república, no me nombró ni la madre.
Hallábase en Tunja, un día de mediados de 1911, leyendo en su cuarto, el inteligente caballero don Alejandro Barrera Gómez, de tal modo entusiasmado con su lectura, que no sintió cuando asomó a la puerta su amigo don Elias Franco, otro caballero de muy claro talento y de buen ingenio.
El señor Barrera ratos leía apenas musitando, y a ratos declamando con vehemencia, por lo cual don Elías le pregunto. Qué lees tan entusiasmado?
Don Alejandro no se entero de la pregunta y leyó en voz alta: Salve, segunda trinidad bendita!
Salve, frisoles, mazamorra, arepa!
Yo con sólo nombraros ya siento hambre!
No muera yo sin que otra vez os vea. Bonito modo de contestar. le interrumpió el visitante. Dime qué es lo que lees.
ular. Siempre ha habido la edo entre los enemigos de los ue éstos, para escoger los em mientes sino en sus paisanos, la patria chica.
ba Núffez todos afirmaban que. costeños; cuando Marroquin, uando Reyes, que boyacenses; que antioquefios: ahora, que de los demás.