504 Apuntes Más tarde supo que había muerto una de las hijas del general Guardia, y que al dia siguiente lievarian el cadáver a San José.
El tren en que llevaron el cadáver iba lleno de personajes notables, civiles y militares, el cuerpo diplomático, varios sacerdotes y gran acompañamiento.
Los coches del tren estaban enlutados. En dicho tren le tocó viajar a San José a mi hermano Enrique.
Ya que trato de entierros, voy a hablar de la costumbre que habia en aquella época en San José para los entierros, y digo en aquella época porque no sé si haya cambiado.
Entre nosotros se da el toque de campana que llaman doble, y antes y al final se dan dos clamores si el difunto es mujer, tres si es hombre, cuatro si es un sacerdote, cinco cuando es un fraile, para los obispos se dan cincuenta y cuando muere el Papa cien.
En Costa Rica, según las categorias y las posibi.
lidades pecuniarias del difunto, se dan los clamores, pues cada clamor tiene su estipendio; asi es que al contratar el entierro se dice con cuántos clamores se quiere, de manera que por los clamores no se puede saber si el muerto es hombre o mujer, como sucede aqui.
En los entierros, durante la vigilia y la misa distribuyen a los concurrentes velas de esperma más o menos grandes y más o menos lujosas: esas velas van enlutadas con una espiral negra pintada en la vela o con una cinta de raso negra y angosta, tam.
bién en forma de espiral.
Los concurrentes encienden sus velas y las colocan en el pavimento. Al salir, el dueño de la vela puede llevarsela o dejarla, pues hay gentes que van a los entierros para recoger las velas que otras personas dejan.
En una ocasión la catedral el núme campanas, y que la Supe que se vieja que había sid milia Echeverria, y gente muy rica; de un entierro tan Estando niña vemente enfermo verria y murió poc Pusleron el cad te y la negrita muerto no se sepa Entró un sacerd ven difunto.
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