A punto.
501 hesa en que comían los padres.
sopa a sus compañeros; el su plato, pero inmediatamente alguno de los comensales y lo platos que le pasaban servidos.
no permitia que el ayudante le aba las vinajeras previamente hecho de la sotana, y él mismo ia y tomaba del hostiario una cima y otras de abajo. Llenaba mue veía que el que iba a ayudar otras y si no, después de eraba ver llegar otras para. ni el vino ni el agua estaban enes, a mis hermanos y ami en el seminario, nos tocaba a a nuestros superiores, cuando e fuéra, que acostumbraban ir me cogió carino para que le mal casi siempre decia en una abia en el seminario mayor. e Merceron me llamó para que me ocurrió, para que no me rle: a con mucho gusto y si quiere on la condición de que yo le msagrar y para las abluciones.
viera y nunca me volvió a la mi propuesta le hizo sospechar nenar.
ufrir ese padre con la obsesión nuestro regreso de Costa Rica, nos tocó como compañero de viaje el padre Merceron desde Panamá a Buenaventura y aquí en Cali estuvo algún tiempo; después se fué y no volví a saber de él.
En el viaje de Panamá a Buenaventura venia el señor José Ramón Garcia (el Chapetón) que era amigo de mi padre. Un dia destapó una botella de un magnifico vino que traía y nos ofreció una copa a mi padre, a mi hermano forge y a mí y también al padre Merceron. Este, cuando el señor Garcia le pasó una copa de vino, le dió las gracias y le dijo que no tomaba, pero cuando ya las copas estaban servidas, le arrebató a mi hermano Jorge la que tenia en la mano y se la tomó.
El señor Garcia se quedó perplejo al ver ese acto que el interpretaba como una groseria del padre Merceron. Después le explicamos que ese padre estaba loco y cuál era su mania, de lo cual no se habia dado cuenta, pues por lo demás el padre Merceron era muy correcto y culto y de conversación muy agradable.
Luto en la familia.
En el mes de noviembre de 1879 tuvimos la pena de recibir la triste noticia de que había muerto el 11 de octubre nuestra querida tia Domitila (hermana de mi padre. la cual con su otra hermana Evarista, vivieron siempre en casa de nuestro padre y nos querian entranablemente, Nuestras dos tias tuvieron siempre una escuela mixta en la cual aprendieron las damas y caballeros más distinguidos de Cali. Alli aprendian leer y escribir, nociones de gramática, aritmética, geografia y la doctrina cristiana que todos los discípulos tenían que aprender de memoria.